Rebelión en el puchero
Despacito, muy despacito para que el bebé no se despertara, María sacó la olla más grande que había en la cocina y la llenó de agua.
Lavó verduritas y las picó. Peló papas, batatas, zanahorias. Cortó zapallo en trozos y desnudó de su disfraz de hoja dos choclos tiernísimos.