LOS OGROS, ESPECIE EN VÍAS DE EXTINCIÓN
Por Irene Vasco
Los ogros son personajes con muy mala fama. Dicen que son muy grandes, muy fuertes y muy feos. Dicen también que comen niños y que se roban los tesoros de los humanos. Lo cierto es que los ogros son personajes tranquilos y bondadosos que viven con sus familias en preciosos casitas o bellísimos palacios.
Lo malo es que a los ogros no los dejan vivir en paz. Siempre aparece algún niño travieso, con cara de no dañar a nadie, para destruir lo que los ogros han construido con tanto esmero.
Por ejemplo está el caso de un famoso Pulgarcito. Este niño se perdió un día en el bosque con todos sus hermanitos. La esposa de un generoso ogro los rescató y los invitó a compartir la cena con sus siete preciosas hijitas.
Más tarde, a la llegada del ogro, Pulgarcito no tuvo ningún reparo en engañarle y en lograr que degollara a sus propias hijitas. No contento con esto, Pulgarcito robó al ogro sus maravillosas botas de siete leguas y lo dejó abandonado en el bosque para que muriese de hambre.
Otro caso realmente triste es el de Juanito, el de la planta de frijolitos.