Al duende Rigoberto le encantan las manzanas, lo vuelven loco.
Y además de comer manzanas es bastante distraído, tanto, que un día se olvidó de hacer las compras y se quedó sin su fruta para comer. ¡Qué problema!, ¡qué problemón! ¿Dónde conseguiría manzanas un domingo a la noche? Porque Rigoberto vive en el bosque, lejos de los supermercados y las verdulerías; justamente por eso tiene que caminar largas distancias para poder conseguir su manjar favorito.