Cuento» El planeta de los calcetines perdidos



Texto: Juani Casco

Juani nos desvela otro gran misterio. Gracias a ella, hemos descubierto el paradero de la ropa que desaparece misteriosamente de nuestra casa.

Por lo visto, hay un extraño agujerito que es el responsable de todo pero, por mucho que lo hemos buscado, aún no hemos podido localizarlo. Si lo conseguimos, os avisaremos de inmediato.

Ilustración: BlueBirdie




Cuento» El planeta de los calcetines perdidos


Seguro que a todos os ha pasado alguna vez, como a mí, que habéis perdido un calcetín en casa. Lo habéis buscado como locos por todos los rincones y ya cansados, lo dejáis por imposible y os olvidáis de él para siempre. Pero, ¿no os habéis preguntado adónde van a parar todos esos calcetines perdidos?

Mi abuelita me dio por fin la respuesta. Seguro que a vosotros os sorprenderá, tanto como me sorprendió a mí, lo que me contó.

Esta es la historia de “El Planeta de los Calcetines Perdidos”.

En todas las casas, no importa lo grandes o pequeñas que sean, ni importa si en ellas vive solo una persona o viven diez, existe un agujerito misterioso. Muy pequeñito. Tanto, que casi nadie es capaz de encontrarlo.

Por ese agujero se escapan los calcetines rebeldes que no quieren pasarse la vida encerrados en unos zapatos. El agujerito puede encontrarse debajo de la cama, detrás de la lavadora, dentro de un armario… ¡en cualquier parte!

Esos calcetines, que ya no quieren formar parte de nuestra colada, son atraídos hacia el agujerito misterioso por una fuerza irresistible y ¡pam!, empiezan un largo camino hacia el Planeta de los Calcetines Perdidos.

Nadie sabe a ciencia cierta dónde se encuentra, pero se cuenta que es un planeta precioso. Y así debe de ser, porque siempre está en continua creación ya que, cada día, llegan a él nuevos calcetines cansados de su vida rutinaria.

En ese país maravilloso, los calcetines azules forman los mares, los ríos y los lagos y los de color celeste, el cielo. Los verdes, prados maravillosos y a medida que van llegando los de color rojo, se dejan caer sobre ellos y así parecen amapolas. Los marrones elevan altas montañas, a cuyas cimas van a parar los calcetines de color blanco, que semejan nieve. Los hay de color rosa y amarillo que, esparcidos por los prados, parecen ovejitas y patitos. Los de cuadros y rayas componen preciosos dibujos en los campos; y los de lunares cuelgan, como si fueran dulces cerezas, de las ramas de los árboles, que están formados por los ocres y rojos.

Allí, los calcetines rebeldes son muy felices. ¡Nada comparable a ser usados y lavados cien veces!

A veces, por el agujerito misterioso se escapa también alguna camiseta o pantalón de pijama. Son prendas un poquito envidiosas, que quieren viajar al Planeta de los Calcetines Perdidos. Cuando llegan allí, las aceptan, porque son bonitas y hacen más alegres sus paisajes con sus estampados y colorines.

¿Verdad que debe de ser muy bonito ese planeta?

Esto es lo que mi abuelita me contó.

Yo os confieso que he buscado por toda la casa y nunca he encontrado ese agujerito misterioso, ¡pero tampoco he encontrado nunca mis calcetines perdidos!

Qué os parece a vosotros, ¿existirá de verdad ese agujerito?


Fin

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Visto y leído en:
Martes de cuento
Barcelona, España.
https://www.martesdecuento.com/

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No hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente que no lee. Fahrenheit 451

Martes de cuento
https://www.martesdecuento.com/2014/05/13/el-planeta-de-los-calcetines-perdidos/
Ilustración: Taking Flight by BlueBirdie
https://www.deviantart.com/print/view/82376477/?purchase=print

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Ilustraciones Alex DG© y Daniel Caminos